sábado, 31 de octubre de 2015

EFECTO INVERNADERO


El efecto invernadero es un proceso en el que la radiación térmica emitida por la superficie planetaria es absorbida por los gases de efecto invernadero (GEI) atmosféricos y es reirradiada en todas las direcciones. Ya que parte de esta reirradiación es devuelta hacia la superficie y la atmósfera inferior, resulta en un incremento de la temperatura superficial media respecto a lo que habría en ausencia de los GEI.

Causas del efecto invernadero

Los gases responsables de este efecto son principalmente el dióxido de carbono y el metano. Estos gases, junto a otros, han existido desde los orígenes de la Tierra. Pero su presencia en la atmósfera empezó a multiplicarse durante la Revolución Industrial, momento en el que los avances tecnológicos obligaron al uso de combustibles fósiles. A partir de entonces, esta dinámica no ha hecho más que incrementarse, alcanzando un 35% más de dióxido de carbono que en los niveles pre-industriales.

La dependencia casi total de un modelo energético basado en el carbón, el gas y el petróleo nos está conduciendo a unas alteraciones en el clima de efectos desastrosos para la vida en el planeta. Las emisiones de gases aumentan en torno al 0,4% anual y seguirán haciéndolo si no modificamos nuestro abastecimiento de energético. El 80% de la energía que utilizamos en España proviene de combustibles fósiles, y casi toda ella es importada. Si seguimos con esta tendencia estaremos alentando una situación insostenible y cambios irreversibles sobre el clima. Debemos revisar nuestro modelo energético, apostar por las energías renovables y gestionar mejor nuestros recursos energéticos.

Consecuencias del efecto invernadero


Las consecuencias del efecto invernadero ya se dejan ver y provocan consecuencias terribles, sobre todo en las zonas más pobres del planeta.
- Deforestación
- Desertización
- Inundaciones
- Huracanes, tifones
- Sequía
- Fusión de los casquetes polares

Posibles soluciones para el efecto invernadero

La única defensa razonable ante el cambio climático es la reducción drástica de emisiones de dióxido de carbono cambiando el sistema energético.
Aplicando simultáneamente dos estrategias:
-Ahorro de energía mediante la racionalización del uso.
-Empleo de tecnologías eficientes, y obtención de la energía imprescindible por métodos renovables de bajo impacto ambiental.
-No malgastar electricidad, agua, gas, y en general todos los recursos naturales y no renovables.
-Reduciendo nuestro consumo de electricidad no será necesario que instalen nuevas centros para la generación de las mismas.
-Separar los desechos sólidos según su tipo (vidrio, papel, aluminios, etc.) para facilitar su recolección y reciclaje.
-Uso de materiales, artefactos, y recursos ecológicos tales como: papel reciclado, vehículos que funcionen con energía no contaminantes, uso de energía solar ((como en una calculadora, por ejemplo), eólica, reemplazo de bombillos tradicionales (luz amarilla) por bombillos ahorradores de energía (luz blanca), etc.
-No usar productos contaminantes, tales como los aerosoles que contienen CFC, detergentes, etc.
-Mejorar la eficiencia de los automóviles. Reducir el uso del vehículo. Si es posible, viva cerca del colegio o lugar de trabajo.
-Acelerar las mejoras de eficiencia en el uso energético de industrias, residencias y establecimientos comerciales y públicos, por medio de políticas efectivas.
-Terminar la deforestación y estimular la reforestación. Si consumimos menos papel y madera, no será necesario desforestar tanto.